Luis Lascano es un músico que generó una voz propia a través de la exploración del jazz –con sus distintas variantes de improvisación- y el folclore sudamericano. Tras graduarse como compositor para música con fines audiovisuales en Berklee College of Music, Lascano participó asiduamente de la escena de la Costa Este de Estados Unidos. En Rioba, su flamante disco, se puede apreciar una amplia textura de paisajes sonoros, en la que se encuentra la influencia de distintos compositores.

-Decir "rioba" es abrir el juego a una postal de colores, sonidos, casas bajas, música de fondo ¿Qué te significa el rioba y por qué elegiste ese nombre para tu segundo disco?
-Rioba es una metáfora, una figura con la que quiero describir a Argentina como un lugar de  origen, al que "siempre se está volviendo". Cuando estaba en Estados Unidos, y estaba considerando grabar un disco, me di cuenta que el mismo iba a ser la suma de composiciones que había escrito durante casi 10 años, en distintas ciudades de por allí. Eso me llevó a  llamar al disco, "Some Trips" -Algunos viajes- . Y cuando me vine de vuelta para Argentina, con lo importante que es el hecho de  poder grabar el segundo disco en Argentina,  se fue dando de ensayar la música para el disco en distintos barrios  tangueros como Palermo, Parque Patricios, Almagro o Paternal. Creo que me vi de alguna manera influenciado por ese contexto: por volver al barrio... y a Argentina.

-Tu música va de Duke Ellington al Cuchi Leguizamón, mezcla el jazz con el folclore ¿Qué es para vos ser músico? ¿Por qué un día elegiste este oficio? 
-Escuchar música fue, desde mi niñez y adolescencia, una de las formas que tuve  de buscar, a veces entretenimiento,  y  en otras etapas un refugio o una identidad. Y  supongo que cuando me puse a estudiar guitarra, en mi primer acercamiento a la interpretación de un instrumento, fue para buscar desde otro lado, lo mismo. A veces, diversión,  otras veces un espacio propio de refugio, con el fin de identificarme con un determinado género o estilo y con gente a quien le pudiera gustar lo mismo. Hoy te puedo decir que no me veo haciendo otra cosa.

-Muchos años de formación musical en Estados Unidos, cuna del jazz ¿Qué aprendiste allá y de qué te sirvió para tocar acá, en Argentina?
-La primera impresión cuando empecé a tocar  en bandas en Estados Unidos y a charlar con colegas, era que existía una cultura de la "banda de jazz de la escuela secundaria" -con toda la exigencia que eso implica para un músico en formación-, que al menos yo no experimenté en mis momentos de aprendizaje en Argentina. Eso hace que, por un lado, los estadounidenses saquen músicos (sobre todo vientos) increíbles, que en edad de escuela secundaria,  ya tienen un altísimo nivel profesional. Y, tal vez como consecuencia de esa formación temprana, los músicos de jazz son como más permeables a interpretar otras músicas,  incluída la nuestra. Entonces, paradójicamente, una de las cosas que aprendí estando afuera, es a mirar más para adentro del folclore sudamericano en general.

-Imaginate que tenés que armar el seleccionado de músicos de jazz. ¿Quiénes estarían entre los titulares indiscutidos?
-Uff, serían muchísimos. Miles Davis, Duke Ellington, Charlie Parker, John Coltrane, Jow Zawinul, Jaco Pastorius, Herbie Hancock, Billie Holiday, Oscar Peterson, Bill Evans, Ella Fitzgerald. Aunque te podría hacer una lista de buena fe de 23, como para el Mundial...

"Creo que  existe una conexión entre los dos discos. El primero se llama “Some Trips”, algo así como “Algunos viajes”. Fue grabado en Estados Unidos y con músicos de distintas partes del mundo. El título en sí mismo habla de viajar, e incluso está en inglés, que no es mi idioma nativo. Y el segundo,  se llama “Rioba”, un  título  en castellano, que también apela al lunfardo, y entonces, a mi lugar de origen. Lo gesté casi en su totalidad, en mi regreso a la Argentina, en 2015. Es inevitable que ambos discos coincidan con mi historia de vida y con mi esencia, pero que también reflejen lo que yo pueda haber cambiado. Y en ese contraste, también hay una continuidad, como si estuviese contando un viaje musical, que -espero- no se detenga" Luis Lascano

-Parte de tu formación musical la hiciste con Machi Rufino, un histórico de aquel rock progresivo ¿Cómo te llevás con la música de la generación de los 70, tan influenciada por el jazz?
-Machi  es un maestro en todo sentido y con él aprendí muchísimo como  ejecutante, a entender las prioridades, el rol del bajista en una banda. Aprendí también a apreciar la música desde otro lado: el correcto. Recuerdo que yo, bastante joven, llegué a la primera clase con intenciones de aprender "slap", "tapping" y otras técnicas que yo consideraba avanzadas. Y él me miraba pacientemente y esperaba a que termine de hablar... Y con  voz muy tranquila me dijo: muy bien todo esto que me decís... pero vos escuchaste a Jaco Pastorius? Ahí empezó un aprendizaje tremendo! Yo ya escuchaba a Pappo's Blues, a Invisible y a Serú Girán, y otras bandas emblemáticas de los 70.  Pero la posibilidad de tener a Machi marcándome el camino - con bastante paciencia en un  principio-,  fue fundamental en mi formación, sin dudas.

-Una de las canciones de Rioba se llama Deberíamos agradecerle a Osvaldo ¿Quién es Osvaldo y que habría que agradecerle?
-Tiene que ver con  una anécdota de la infancia. Estábamos en un campamento y nos habíamos ido con algunos amigos a un pueblo que quedaba a unos kilómetros de donde estábamos acampando. El micro en el que íbamos a volver se rompió, se hacía de noche y empezamos a hacer dedo. Y aparece una camioneta, que de la nada nos ofrece llevarnos hasta el campamento. Yo me subo a la cabina de la camioneta,  con otro amigo, y él que era un poco más grande que yo,  le empieza a hablar al que nos estaba llevando. El tipo parece que conocía a las personas a cargo del campamento en el que estábamos , una tal "Lucía" y su pareja "Juan". Cuando nos deja en el campamento el tipo nos dice en tono amistoso: "diganle a Lucía y a Juan, que les manda un saludo Osvaldo, que a ver cuándo vienen a  pescar con nosotros". Al otro día nos encontramos a  Lucía y Juan y les pasamos el mensaje de Osvaldo. Pero ninguno de ellos conocía a ningún Osvaldo, mucho menos a alguien con quien fueran a pescar, fundamentalmente porque ninguno de ellos dos pescaba... La anécdota nos pareció chistosa,  pero con mis amigos y con el paso del tiempo empezamos a tomar a Osvaldo como una especie de figura a la que nadie conoce,pero que aparece de la nada y te ayuda. A partir de entonces,  cada vez que necesitábamos ayuda, nos poníamos a hablar de Osvaldo, como una suerte de  invocación a la buena vibra.

LUIS LASCANO QUINTETO
Primer concierto del año del grupo encabezado 
por el bajista y compositor, interpretando 
música instrumental de sus dos discos.
  
Jueves 27 de Enero 21 en Borges 1975
J.L.Borges 1975, PALERMO - CABA
Entradas $850 en https://www.passline.com/sitio/borges

Emiliano Di Nardo (piano), Julián López Di Muro (trompeta), Santiago Kurchan (saxo soprano y tenor), Santiago Hernández (batería) y Luis Lascano (contrabajo y bajo eléctrico).